Todo el ambiente de descomposición política que vive actualmente Venezuela, producto de un grupo que termina no solamente haciendo lo contrario por lo cual llegó al poder sino traicionando sus banderas originales, recuerda a las crisis de legitimidad que tuvieron José Antonio Páez, el liberalismo amarillo y Pérez Jiménez.
El planteamiento anterior lo hizo el historiador Pedro Benítez al periodista Vladimir Villegas durante su participación en el programa Vladimir a la Carta.
Benítez recordó que el liberalismo amarillo, por ejemplo, tuvo un detonante final que fue la elección de 1897, cuando concluía el gobierno del general Joaquín Crespo, el último gran caudillo de la federación, y él prometio hacer elecciones libres, directas y universales.
“En esa elección se presentaron cinco candidatos, incluyendo al aspirante del gobierno que fue Ignacio Andrade, y el Mocho Hernández, quien despertó un gran entusiasmo, sin embargo, esa elección se la robaron, lo que fue el detonante de la crisis política de la época”, comentó.
Asimismo, el historiador le dio una significación especial a las movilizaciones autoconvocadas que ocurrieron el 29 de julio, después de las elecciones presidenciales, en buena parte del país y principalmente en Caracas porque, a su juicio, este tipo de hechos no ocurrían desde febrero de 1989, cuando se vivió el llamado “Caracazo”.
Al respecto, dijo: “El Caracazo fue el campanazo de que algo estaba funcionando muy mal en el sistema de la democracia representativa que se había creado después de la época de Pérez Jiménez”.
Más adelante, expuso que “el chavismo llegó al poder criticando la represión que hubo contra el Caracazo, la violación de derechos humanos, ofreciendo la redención de los pobres, de los marginados de Venezuela y ha terminado persiguiendo a los hijos de los venezolanos que participaron en ese hecho”.
Benítez también dijo que le encantaría que se aceptaran los resultados electorales del 28 de julio, que haya una transición negociada. que los actores del Poder Público aceptaran que Edmundo González ganó y que el 10 de enero, en santa paz, ocurriera la transición.
No obstante, lamentó que el país no vaya por ese camino, sino hacia “una crisis de legitimidad de consecuencias inesperadas”.
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