En una rueda de prensa realizada en la sede de FETRASINED este miércoles, el presidente de la organización sindical, Falime Hernández, deploró la crítica situación laboral de los trabajadores de la educación en Venezuela.
La federación denunció que los salarios actuales del sector educativo están muy por debajo del costo de la canasta básica, con un sueldo promedio que apenas alcanza los 20 dólares al mes, mientras que el precio de los bienes esenciales supera los 500 dólares, según datos del CENDAS.
«Estamos en una situación de extrema pobreza, donde los educadores no pueden cubrir ni las necesidades básicas de sus familias», afirmó.
La falta de ajustes salariales en los últimos dos años, en un contexto de alta inflación, ha dejado a los educadores en una posición de vulnerabilidad económica y social, además de afectar negativamente la calidad del servicio educativo. Según Hernández, «la deuda del Estado con los educadores asciende a un 280%, por la falta de cumplimiento de la convención colectiva», lo cual ha generado un clima de incertidumbre y desmoralización entre los trabajadores del sector.
Impacto de medidas unilaterales: memorando 2792 e instructivo de la ONAPRE
Otro de los puntos álgidos de la denuncia fue el impacto de disposiciones como el memorando 2792, emitido en 2018, y el instructivo de la ONAPRE, los cuales han reducido los ingresos de los trabajadores en más de un 50%. Estas medidas, calificadas como unilaterales y arbitrarias, han erosionado los derechos de los educadores, quienes actualmente perciben salarios muy por debajo de lo establecido en la convención colectiva.
“Estas decisiones se han tomado sin diálogo, sin consultar a los sindicatos, y dejan a los trabajadores en una situación de extrema precariedad”, enfatizó el dirigente sindical.
Inseguridad social y condiciones de infraestructura en deterioro
Además del problema salarial, Hernández subrayó la falta de un sistema de seguridad social adecuado para los educadores y la precaria situación de la infraestructura escolar. Según el presidente de FETRASINED, la mayoría de las instituciones educativas carecen de condiciones básicas de funcionamiento, con estructuras deterioradas y sin dotación de materiales. Hernández también hizo un llamado a la reestructuración del IPASME, institución encargada de la seguridad social de los educadores, para que cumpla su rol de garantizar el bienestar de los trabajadores y sus familias.
«El Estado debe reconocer el valor de sus trabajadores de la educación con hechos, no solo con palabras. Un país que no invierte en la educación está hipotecando su futuro», destacó.
Exigencias y llamado a la unidad
Falime Hernández advirtió que desde la junta directiva de FETRASINED reiteran sus exigencias al Ministerio del Trabajo y al Ministerio de Educación para que se restablezcan las primas suspendidas y los beneficios que han sido reducidos, como las bonificaciones por antigüedad, postgrados, maestrías y doctorados, las cuales, según el sindicato, han sido recortadas en porcentajes que van del 25% al 76%.
Insistió además en la urgencia de establecer canales de comunicación con las autoridades para la resolución de conflictos y garantizar condiciones de vida dignas para los educadores y sus familias.
«Nos mantendremos firmes en la defensa de nuestros derechos. La lucha es pacífica y legal, y seguiremos exigiendo una vida digna para quienes educan a nuestras futuras generaciones», concluyó.